Rector U. de Caldas: «Honrar la palabra, un ejercicio de coherencia en tiempos difíciles»

HONRAR LA PALABRA

Un ejercicio de coherencia en tiempos difíciles

 

 

“La promesa no es un hecho oculto, interno y silencioso que el hablante asegure estar realizando: es precisamente lo que realiza al decir esas palabras”. J. Austin

 

En momentos históricos de gran dificultad, en los que la palabra parece haber decaído como garantía de la realización de un acto, considero pertinente recordar al filósofo John Austin en “Cómo hacer cosas con palabras“(1982), a propósito del contexto que da inicio al proceso de escogencia Rectoral en nuestra Universidad, con la inscripción de candidaturas para el cuatrienio 2018-2022.

 

Desde esta precisa circunstancia, tengo la certeza de que honrar la palabra es rendir homenaje a quienes nos confiaron esta alta dignidad Rectoral. Por ello, deseo compartirles tres argumentos que configuran diversos enunciados sin orden secuencial como reflexiones acerca de la vida universitaria, la importancia de insistir en la promoción del pensamiento crítico y hacer público lo público.

 

Creo vigorosamente en la necesidad de transformar las visiones de Universidad, como resultado de un esfuerzo que cada vez se torna más vital en tanto proyecto necesariamente colectivo. El gobierno universitario de las instituciones públicas no es, ni puede ser, un campo de batalla en el que se disputa el control sobre una parte sustancial del erario, porque este debe estar al servicio de un derecho fundamental y un bien público: la educación superior. Por lo anterior, renovar los órganos de decisión es un acto de correspondencia con los fundamentos mismos de la democracia, los cuales constituyen a la Universidad como escenario —por excelencia— de construcción colectiva y debate permanente de las ideas en un marco de pluralismo.

 

Mi vinculación a la Universidad hace 32 años, ha devenido en liderazgo de iniciativas y en proyectos colectivos que hoy son realidades en constante y creciente cambio. Igualmente, mi proceso investigativo y académico responde a la esencia de lo que soy en ejercicio continuo del conocimiento, así como a la difusión y al reconocimiento de saberes en los campos del Diseño principalmente y en otros que la Institución ha considerado acordes con mi capacidad académica. A esa condición docente-investigativa deseo dedicarme en el próximo futuro. Es un regreso con más aprendizajes que enriquecen mi condición humana.

 

Adicionalmente, y no menos importante, siento un enorme compromiso y una gran responsabilidad con nuestro Centro Cultural Universitario “Rogelio Salmona”, que en el mes de abril del presente año podrá comenzar a funcionar en su primera etapa. Por tal razón quiero —como profesor y miembro de nuestra Comunidad— contribuir a su consolidación, convencido como estoy de que se trata de uno de los más grandes y principales proyectos de universidad, ciudad y región, que integra arte, ciencia, tecnología y los diversos saberes del conocimiento, además de albergar al Centro de Ciencia “Francisco José de Caldas”, único en su género en el país.

 

Cuando presenté mi postulación a la Rectoría en 2014, manifesté públicamente mi promesa de que, en caso de salir elegido, renunciaría a la reelección. Lo dije en el Foro de candidatos el 4 de abril en el Auditorio Ernesto Gutiérrez Arango, el cual fue moderado por el profesor e historiador Orlando Mejía Rivera.

 

A tres meses de culminar el período Rectoral, honro mi palabra con quienes comparten la necesidad de recuperarla como acción. En consecuencia, invito a la postulación abierta de todas aquellas personas que deseen presentar su candidatura a la Rectoría.

 

Quiero agradecer a todo mi equipo de trabajo por el esfuerzo compartido en este período de gobierno académico. Gracias igualmente a las organizaciones de base de nuestra Universidad, a quienes creyeron en el proyecto “Universidad y Pensamiento Crítico”, a docentes y funcionarios, a quienes apoyaron nuestras propuestas para hacer posible una Universidad conectada con el mundo, y a todas y cada una de las personas que me han manifestado su apoyo para una posible continuidad, que tal y como lo expreso aquí y ahora, está descartada como posibilidad personal.

 

Gracias por el honor que me dispensaron al elegirme como su Rector. Postularse para este cargo y resultar elegido ayuda a comprender de cerca las complejidades de la administración de entidades autónomas de educación superior. Nuestro gobierno culmina en el mes de mayo y, hasta el último día, seguiré empeñado en finalizar los procesos necesarios para la consolidación del Plan de Acción Institucional propuesto por esta administración.

 

Cumplir el período con honestidad y convicción, así como renunciar a reelegirse, es también un deber que ratifica nuestra vocación por una Universidad abierta, crítica, comprometida con lo público y en permanente construcción colectiva.

 

 

 

Felipe César Londoño López

Rector

 

 

Manizales, 27 de febrero de 2018

 

 

 

 

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