El próximo lunes 6 de mayo, la Facultad de Ciencias para la Salud realizará su quinta versión de la Cátedra Latinoamericana de Cuidado Humanizado, donde se le hará especial homenaje a la profesora Cándida Rosa Castaño Valencia, referente en el ejercicio de la enfermería en Caldas, por orientar su trabajo con entrega, transparencia y empatía.
Su esposo, el doctor Carlos Montoya, más conocido como el Doctor Afecto, ha sido el encargado de la Cátedra en sus versiones anteriores. Ahora, en el rol de asesor, continúa atento a este evento trascendente para los profesionales de la salud quienes, pese a las condiciones del sistema, la presión laboral, la escasez de recursos para la atención o el volumen de pacientes en hospit
ales y clínicas, deben procurar un trato humanizado, no solo por el buen resultado clínico de los pacientes, sino por su propio bienestar emocional.
En la Cátedra 2024 se realizarán ponencias magistrales con invitados locales y nacionales, que disertarán en enfoques del cuidado humanizado como, atención cardiovascular, cuidado intensivo y perfusión, áreas donde el paciente queda en un segundo plano por cuenta de una multitud de aparatos que se llevan el rol protagónico en los tratamientos clínicos.
De igual manera, se llevarán a cabo talleres simulados donde se desarrollen habilidades de humanización. “En la Facultad tenemos un laboratorio de simulación que generalmente se usa para habilidades técnicas, pero, a partir de ahora, esperamos también abordarlo como un espacio en el que aprendamos a humanizar y empatizar con el paciente. Algunos critican el término, pues asumen que por el solo hecho de ser humanos ya estamos listo para un trato humanizado, pero el ejercicio laboral nos demuestra que una cosa no tiene que ver con la otra”. Afirma la enfermera y docente del programa de Enfermería, Marcela Vallejo, quien no solo hace parte del equipo organizador de la Cátedra, sino que vivió, durante la pandemia por el COVID 19, una inolvidable experiencia de humanización que compartimos a continuación:
“En ese entonces, yo era enfermera asistencial en una unidad de cuidado intensivo. Me tocó ver morir a muchas personas. Pero el mayor impacto era verlas partir sin la compañía de sus familiares. Para mí, ese fue un encuentro muy crudo con la fragilidad de la vida que, naturalmente, exigió de mí toda la empatía posible durante esos momentos de agonía y soledad. Recuerdo mucho a una paciente que me cogió la mano, y no tuvo que hablarme para hacerme entender que lo único que necesitaba era alguien a su lado para irse tranquila. Ese instante, que tengo aquí guardado, me dio toda la cátedra del trato humanizante”.
Conozca aquí los pasos para la inscripción:
Anexo
-Audio Docente del programa de Enfermería, Marcela Vallejo.