El estudiante del programa de Biología de la Universidad de Caldas e integrante del semillero de Genética y Biología Molecular de esta misma institución, Jesús David Santana, ganó una de las cinco becas de la Convocatoria Nacional «Colombia Biodiversa», que busca promover la investigación sobre el conocimiento, conservación y uso sostenible de la biodiversidad de nuestro país, a través del apoyo financiero a tesis de pregrado y maestría de estudiantes colombianos de todas las áreas del conocimiento.
El trabajo de investigación de Jesús David, se centra en el estudio de los parásitos presentes en la sangre de las aves que habitan en las zonas alto andinas de Caldas, con un enfoque especial en el género Plasmodium, el agente causante de la malaria. Estos parásitos no solo afectan a los humanos, sino también a la fauna silvestre, en particular a las aves, que son poco estudiadas en Colombia.
La oficina de Prensa conversó con él acerca de esta importante beca que impulsa su camino investigativo y motiva a quienes quieren aportar al país y al mundo con nuevo conocimiento científico.
Oficina de Prensa: ¿Por qué elegir este tema para su trabajo de grado?
Jesús David Santana: Siempre he tenido un gran interés por las aves y quería combinar el trabajo de campo con el que realizo en laboratorio. Al hablar con mi director, el doctor Rivera, identificamos que en este aspecto había un gran vacío de información en Colombia. Por esta razón decidí centrarme en estudiar estos parásitos en zonas por encima de los 2100 metros de altitud, donde se sabe que predominan.
Oficina de Prensa: ¿Por qué considera importante investigar estos parásitos en particular?
D. S: En primera medida porque pueden afectar la biología de las aves, hasta el punto de causar su muerte. Entender las interacciones entre parásitos, aves y vectores es crucial, especialmente en un país como Colombia, donde existe una gran biodiversidad pero pocos estudios sobre el tema. Acercarnos a este tipo de interacciones nos ayudará a comprender mejor el ecosistema y a proteger la fauna local.
Oficina de Prensa: ¿Cómo ha sido recibir la beca del programa Colombia Biodiversa con esta investigación?
J.D.S: Esta beca ha sido un gran impulso. Nos seleccionaron entre 95 propuestas de investigación a nivel nacional, lo cual es un gran orgullo para mí y para mi grupo de investigación. Además del apoyo económico para cubrir los gastos de las salidas de campo, este reconocimiento nos confirma que estamos haciendo un trabajo relevante e importante. La beca me abre muchas puertas y me motiva a seguir adelante en la investigación científica.
Oficina de Prensa: ¿Cómo influyó su niñez en Boavita, Boyacá, y su relación con el campo en la decisión de estudiar Biología?
J.D.S: Desde pequeño, siempre estuve relacionado con el campo, y mi papá, que es biólogo, me inculcó la curiosidad por la ciencia. La biología fue una bonita casualidad que se convirtió en mi pasión después de mi primera salida de campo en la facultad. Es un campo inmenso donde se pueden estudiar todas las interacciones de las especies, y la biología molecular, en particular, ofrece un enfoque integral de estas interacciones.
Oficina de Prensa: Vamos ahora con algunas preguntas cortas:
¿Cuál es su ave favorita?
J.D.S: Las garzas. Arde alva me parece muy linda.
¿Qué es lo más difícil de estudiar Biología?
J.D.S: Encontrar el camino o el enfoque, aunque finalmente uno entiende que todas las ramas están conectadas.
¿Quién es Su referente en la ciencia?
J.D.S: En neurociencia, admiro a Rodolfo Llinás y al Dr. Andrew Huberman de la Universidad de Oxford. A nivel nacional, admiro profundamente a los doctores Fredy y Paula del grupo GEBIOME por su carisma y su riguroso trabajo.
¿Qué rescataría de un incendio en el laboratorio?
J.D.S: (risas) Rescataría mis muestras positivas, porque cuando encontré el parásito de aves que estaba buscando, fue uno de los momentos más felices de mi vida. También rescataría a mi familia, amigos y a todas las personas que me han apoyado en este camino.
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