Compartimos la Editorial del periódico La Patria Es con ciencia y tecnología, que habla sobre el recorte de presupuesto para temas de ciencia y tecnología que anunció el Ministerio de Hacienda para el presupuesto del próximo año.
Es con ciencia y tecnología
Suma Convención Científica Colombiana, que se realizó en Cartagena durante tres días, fue la oportunidad para que el país debatiera ampliamente sobre ciencia y tecnología, espacio para que quienes brindan con su conocimiento aportes al desarrollo de Colombia puedan intercambiar experiencias y aprender de ello. No obstante, desde la misma instalación de este gran encuentro empezó el sinsabor cuando la directora de Colciencias, la caldense Paula Marcela Arias, advirtió del grueso recorte presupuestal que anuncia el Ministerio de Hacienda para el presupuesto del próximo año.
Con la aprobación de la ley de ciencia y tecnología se esperaba que se iba a mejorar la inversión en estos aspectos, tal como se contempla, pero ya hemos visto que no es así. La renuncia en el 2012 de Jaime Restrepo Cuartas obedeció a que a pesar de haber sido aprobado al rango de ministerio, Colciencias no era convocada a los consejos de ministros y sufrió entonces también un recorte, y no se cumplió con las expectativas de la norma. Por eso hay que aplaudir la decisión de la directora de abrir el debate para hacerlo público y se respeten los recursos que la entidad necesita para hacer una buena labor.
El país hoy no alcanza a invertir ni el 0,4 del PIB en este tema, lejos de incluso otros de la región, razón por la que se está en un plan de mediano plazo para repatriar científicos, para formar otra cantidad que permita llegar a los 20 mil doctores, meta que hoy está por menos de la mitad. Se requiere entonces recursos que les den la posibilidad de hacer su trabajo, recibir el apoyo necesario para que sus investigaciones puedan llegar al mejor puerto posible. Es lo mínimo que necesita un científico para producir, tranquilidad de que recibirá su pago y el reconocimiento por su esfuerzo.
No tiene sentido que se recorte presupuesto, casi la tercera parte de lo que se tuvo en el 2013, y no se puede olvidar que una gran crítica a los cuatro años del actual Gobierno fue precisamente que la locomotora de la innovación no arrancó, sino que se quedó en los procesos previos. Ahora debe ser el momento de la aplicación, de ver cómo los recursos fluyen para que las investigaciones se puedan adelantar y que sirvan para generar alternativas de desarrollo en las regiones. Por eso es interesante que se esté hablando de un ajuste a la ley para potenciar las cosas positivas que ha dejado, pero también para obtener más recursos, pues si se sigue dependiendo de las regalías, estas están condenadas a desaparecer o a reducirse sustancialmente por tratarse de la explotación de recursos no renovables.
Importante también el llamado de atención que se hace a la industria privada, que se va acercando poco a poco y tímidamente a este tema. En Colombia solo el 10 por ciento de la investigación es en entidades diferentes a las universidades, lo que hace necesario que se siga involucrando a empresas que necesitan conocer las bondades de la innovación en tecnología o en investigación para mejorar los productos o crear nuevos, de cara a una mayor y mejor productividad. La directora de Colciencias, precisamente de lo que sabe es de tender redes, ya en el pasado ha tenido éxito en generar diálogos entre la empresa y la universidad y esperamos que tenga la oportunidad de seguirlo haciendo.
Los retos que se pone el país para superar varias brechas necesitan de la ciencia y de la tecnología. Nada nos ganamos si seguimos solo importando el conocimiento, mejor será si logramos que sean nuestros científicos los hacedores, los que propongan las grandes soluciones que Colombia anda buscando, pero esto no puede ser por generación espontánea, tiene que haber inversión, metas y compromisos que permitan que en el largo plazo obtengamos los resultados que siempre hemos querido.
Fecha de publicación:
Martes, Julio 8, 2014
Es con ciencia y tecnología
Suma Convención Científica Colombiana, que se realizó en Cartagena durante tres días, fue la oportunidad para que el país debatiera ampliamente sobre ciencia y tecnología, espacio para que quienes brindan con su conocimiento aportes al desarrollo de Colombia puedan intercambiar experiencias y aprender de ello. No obstante, desde la misma instalación de este gran encuentro empezó el sinsabor cuando la directora de Colciencias, la caldense Paula Marcela Arias, advirtió del grueso recorte presupuestal que anuncia el Ministerio de Hacienda para el presupuesto del próximo año.
Con la aprobación de la ley de ciencia y tecnología se esperaba que se iba a mejorar la inversión en estos aspectos, tal como se contempla, pero ya hemos visto que no es así. La renuncia en el 2012 de Jaime Restrepo Cuartas obedeció a que a pesar de haber sido aprobado al rango de ministerio, Colciencias no era convocada a los consejos de ministros y sufrió entonces también un recorte, y no se cumplió con las expectativas de la norma. Por eso hay que aplaudir la decisión de la directora de abrir el debate para hacerlo público y se respeten los recursos que la entidad necesita para hacer una buena labor.
El país hoy no alcanza a invertir ni el 0,4 del PIB en este tema, lejos de incluso otros de la región, razón por la que se está en un plan de mediano plazo para repatriar científicos, para formar otra cantidad que permita llegar a los 20 mil doctores, meta que hoy está por menos de la mitad. Se requiere entonces recursos que les den la posibilidad de hacer su trabajo, recibir el apoyo necesario para que sus investigaciones puedan llegar al mejor puerto posible. Es lo mínimo que necesita un científico para producir, tranquilidad de que recibirá su pago y el reconocimiento por su esfuerzo.
No tiene sentido que se recorte presupuesto, casi la tercera parte de lo que se tuvo en el 2013, y no se puede olvidar que una gran crítica a los cuatro años del actual Gobierno fue precisamente que la locomotora de la innovación no arrancó, sino que se quedó en los procesos previos. Ahora debe ser el momento de la aplicación, de ver cómo los recursos fluyen para que las investigaciones se puedan adelantar y que sirvan para generar alternativas de desarrollo en las regiones. Por eso es interesante que se esté hablando de un ajuste a la ley para potenciar las cosas positivas que ha dejado, pero también para obtener más recursos, pues si se sigue dependiendo de las regalías, estas están condenadas a desaparecer o a reducirse sustancialmente por tratarse de la explotación de recursos no renovables.
Importante también el llamado de atención que se hace a la industria privada, que se va acercando poco a poco y tímidamente a este tema. En Colombia solo el 10 por ciento de la investigación es en entidades diferentes a las universidades, lo que hace necesario que se siga involucrando a empresas que necesitan conocer las bondades de la innovación en tecnología o en investigación para mejorar los productos o crear nuevos, de cara a una mayor y mejor productividad. La directora de Colciencias, precisamente de lo que sabe es de tender redes, ya en el pasado ha tenido éxito en generar diálogos entre la empresa y la universidad y esperamos que tenga la oportunidad de seguirlo haciendo.
Los retos que se pone el país para superar varias brechas necesitan de la ciencia y de la tecnología. Nada nos ganamos si seguimos solo importando el conocimiento, mejor será si logramos que sean nuestros científicos los hacedores, los que propongan las grandes soluciones que Colombia anda buscando, pero esto no puede ser por generación espontánea, tiene que haber inversión, metas y compromisos que permitan que en el largo plazo obtengamos los resultados que siempre hemos querido.
Fecha de publicación:
Martes, Julio 8, 2014